viernes, 30 de noviembre de 2012

'La violencia solo está permitida en mis 'shows' ': Madonna

 

 

En un espectáculo sin precedentes, hizo una declaración de principios contra juicios y violencia.


No es exagerado decir que los conciertos que dio Madonna en Medellín este miércoles y jueves fueron una experiencia religiosa.


Desde sus inicios, la cantante ha apelado al imaginario religioso en su estética, en una delgada línea entre la herejía y el catolicismo. 


Los shows en el estadio Atanasio Girardot empezaron de esa manera: un grupo de monjes sacuden un pebetero gigante que llena de humo el escenario, mientras la gigante pantalla del fondo recreaba un gran vitral de iglesia gótica.


A lo largo de las más de 20 canciones, aparecían motivos de otras religiones, desde el hinduismo y el budismo hasta rituales africanos, mezclados con vírgenes que lloraban lágrimas negras y decenas de crucifijos.
La canción Girl Gone Wild, que se mezcló con fragmentos de Material Girl y Give it 2 me, abrió los espectáculos de 'la reina del pop', que están divididos en cuatro actos, que comienzan con la Trasgresión y llegan hasta la Redención, además de una puesta en escena con armas de utilería que buscaba ser una denuncia explícita en su contra.

Pero tampoco es exagerado decir que ver a Madonna en vivo es como ir a cine. La potencia de las imágenes de la pantalla de fondo, de un gran formato, sumergía a los espectadores en un relato perfecto de danza y música pensado con cuidado excepcional. Además, del piso del escenario surgían de repente cubos gigantes con luces y bailarines que aparecían de la nada.
La pantalla de fondo también tenía una característica especial: se partía a la mitad de un momento a otro para dejar pasar un ejército de soldados que tocaban tambor mientras colgaban del techo, o una especie de cubo decorado como una habitación, donde la cantante se acuesta a tomar whisky mientras les 'dispara' a unos 'atacantes' en la canción Gang Bang.
Y fue precisamente esta canción, Gang Bang, la culpable de una polémica que ha surgido en cada uno de los países de la gira. 
Así, una combinación de espacios amplios y estrechos daban la sensación de los cambios de planos de una gran producción cinematográfica.
En ese momento del show, gigantescos chapuzones de sangre cubren la pantalla de fondo a la mejor manera de una película de Quentin Tarantino, mientras Madonna 'dispara' a diestra y siniestra contra sus bailarines. Varios medios nacionales han debatido sobre qué tan sensible era esta parte del show en un país como Colombia. 

El miércoles, sin embargo, en un momento en que la cantante entabló una conversación con el público, hizo un anuncio muy particular: "no creemos esa mierda de que el mundo se vaya a acabar en 2012. Por el contrario, una nueva era va a comenzar, sin juicios, sin violencia. La violencia solo está permitida en mis shows".

"Muchas gracias, estoy muy contenta, es muy gratificante venir por fin a Medellín y estar en Colombia con todos mis fans", expresó.
Sufrió una herida en su ojo
La 'reina del pop' sufrió el miércoles una pequeña herida en el párpado de su ojo izquierdo, al parecer causada durante una coreografía con uno de sus bailarines.
La pregunta sorprendente del 'show'
Una de las preguntas más sorprendentes que le hizo la cantante el miércoles al público fue: "¿Cómo se dice 'fuck you'?". Un forzado "hijodelaputa" salió de la boca de Madonna, causando un estallido de risas en los asistentes. 

"Pero puta es prostituta... Sin embargo, yo prefiero la palabra 'pendejo' ", concluyó la cantante.
Los momentos más sensuales
En los conciertos se vivieron varias situaciones sensuales. En la canción 'Vogue', Madonna se restregó en la entrepierna una toalla entregada por un mesero que le sirvió un martini. Luego, se quitó el pantalón, la cámara hizo un primer plano a sus nalgas y se agachó de forma provocadora.
Un toque de moda
Para esta gira de Madonna, Jean Paul Gaultier volvió a diseñar para ella. Así, la 'reina del pop' lució una prenda muy tradicional del modisto francés: un corsé en rejilla, con senos sobresalientes y puntiagudos y caderas anchas. Los bailarines recordaron otros íconos del diseñador: sus marineros y sus fracs. FUENTE

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