lunes, 22 de junio de 2009

Madonna recibió a su nueva hija adoptiva y la llevó a la Cábala



Madonna y David, esperando a Mercy en el aeropuerto de Heathrow (AP)




Londres.- La nueva hija adoptiva de Madonna, Mercy, llegó a Londres proveniente de su país natal, Malaui, y, según informo ayer el diario Sunday Mirror, de inmediato vivió un adelanto de la nueva vida que le espera: a pesar de haber volado por doce horas, la pequeña de cuatro años fue llevada a participar en una sesión de Cábala, una de las principales corrientes de la mística judía, de la que la cantante es seguidora desde hace varios años. Una hora después, al concluir la sesión, Madonna, de 50 años, viajó con Mercy y sus otros hijos a su lujosa residencia en la capital británica. El ex marido de Madonna, el director británico Guy Ritchie, recogió a sus hijos David -también adoptado y nacido en Malaui- y Rocco, de ocho años, a su casa en el campo, para que Madonna pudiese concentrar toda su atención en su nueva hija. La cantante estadounidense recibió hace dos semanas permiso del tribunal de Malaui para adoptar a la niña huérfana. En un principio lo habían descartado. Madonna es madre soltera y no vive en Malaui, pero ella apeló en abril la sentencia. Según escribió el tabloide Mirror, y difundió la agencia de noticias DPA, Madonna quería recoger personalmente a Mercy en Malaui, pero finalmente no lo hizo. La pequeña viajó en un avión privado con cuidadores, hizo una breve escala en Suráfrica y finalmente aterrizó en Londres.


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