"Madonna se presentará en la playa de Copacabana en el Año Nuevo 2010/2011. La invité y ella aceptó", aseguró el alcalde, en un mensaje divulgado a través de su página en Twitter.
La estrella, que llegó a Río de Janeiro el lunes pasado, ha pasado la mayor parte de su temporada brasileña en el hotel donde se hospedó en la playa de Ipanema, donde el miércoles recibió a un grupo de niños de una favela carioca.
El jueves realizó una rápida visita a Sao Paulo, donde visitó un proyecto social antes de regresar a Río, para la cena que le ofreció el hombre más rico de Brasil, el empresario Eike Batista, en la que participó también el gobernador Sergio Cab Según el periodista Roberto D'Avila, uno de los invitados a la cena, Madonna recibió de Batista una donación financiera para financiar un proyecto social que pretende realizar en Río de Janeiro, en beneficio de los niños pobres de las favelas.
D'Avila no reveló el monto de la contribución, pero aseguró que el gesto de Batista "arrancó lágrimas" de la estrella.
El presentador de la TV brasileña Luciano Hulk, quien también estuvo en la cena, comentó hoy con entusiasmo, en su página en Twitter, su encuentro con la estrella del pop: "No por casualidad Madonna es Madonna. Es una mujer realmente especial. Simpática, buena gente, y a quien realmente le gusta nuestro país... Su proyecto social es sólido. Tiene foco, estructura, misión y metas claras. Y resultados".
La cantante llegó a Río acompañada por su novio brasileño, el modelo Jesús Luz, con quien cenó en dos ocasiones en restaurantes cariocas de comida japonesa.
FUENTEMadonna dejó Río de Janeiro el sábado, tras pasar seis días en la ciudad de su novio, el modelo Jesús Luz. Además de conocer a la familia de su pareja, la cantante hizo varias actividades sociales - incluyendo la visita a una favela-y recaudó dinero para proyectos que su fundación de ayuda a la infancia pretende emprender en Brasil. La artista necesitaba diez millones de dólares para un programa educativo en escuelas de las principales ciudades brasileñas. El jueves cenó en casa del empresario carioca Eike Batista, el hombre más rico de Brasil, en compañía del gobernador y el alcalde de Río. Según Folha de São Paulo,Madonna lloró después de que Batista le preguntara cuánto dinero le faltaba para llegar a los diez millones. La cantante respondió que siete, y el empresario filántropo los donó. Un popular presentador brasileño, presente en la cena, confirmó en Twitter que la donación fue de "siete dígitos", aunque sin especificar la cantidad. No obstante, la web oficial de Raising Malawi, la fundación de Madonna y el rabino de la Cábala Michael Berg no hacía hasta ayer ninguna mención de la donación. ... FUENTE
En la mesa alargada hay velas, pero no es una cena romántica. Ahora hay luz gracias a los generadores eléctricos del oasis, pero tras el apagón la iluminación ha ido y venido cinco veces. Madonna no se ha puesto nerviosa, ha sido muy amable con los camareros y ha aceptado las velas para poder seguir cenando. En cambio, los dos guardaespaldas que protegen la cortina estaban algo más excitados.
La cena es de negocios, según averigua este cronista. Sin más detalles. Se sientan junto a Madonna siete personas. Una asistente que no para de hablar en nombre de la cantante, una pareja, y cuatro ejecutivos jóvenes, modernos y con corbata. No está Jesus Luz.
Pese a la lluvia y al apagón, la lista de espera es grande en la antesala del restaurante. El efecto Madonna. Desde allí, la cabellera rubia reflejada en el espejo se ve más pequeña. Todo el mundo mira hacia el oasis dentro del oasis. Revuelo. La cena ha terminado. Se abre la cortina pero sólo los invitados cruzan el restaurante, con cara de satisfacción y levantando miradas de envidia. La cantante desaparece por detrás, hacia la cocina, y de ahí a un ascensor de servicio.
El motivo de la visita de Madonna a Río suscita todo tipo de rumores. Conocer la ciudad y la familia de su novio parece la razón lógica. La madre de Jesus Luz ha sido vista en el hotel. Informaciones apuntan que la cantante quiere montar en Brasil una ONG de ayuda a los niños, como la que ya tiene en Malaui. El lunes debía haberse reunido con el cantante de Afroreggae, una ONG que aúna música y favelas, pero el encuentro fue suspendido en el último minuto.
Madonna tiene prevista una cena con el gobernador y el alcalde de Río en casa del empresario Eike Batista, que prestó su avión a la cantante para llegar desde São Paulo.
Poco más se sabe, a parte de que el lunes cenó con su novio en el restaurante Sushi Leblon, que no es tan exclusivo como Fasano, pues el martes, mientras Madonna estaba en su oasis, el japonés cerraba por culpa del apagón, dejando en la puerta a un montón de personas que tenían esperanzas de cenar junto a la diva. FUENTE
Acompañada por decenas de policías y por el gobernador de Rio de Janeiro, la diva visitó la favela Dona Marta, en el barrio de Botafogo, considerada como ejemplo de reducción de la violencia y aplicación de políticas sociales.
La popstar Madonna desembarcó en el aeropuerto internacional de San Pablo, pero su destino era Río de Janeiro. Llegó a la capital carioca antes de ayer con el propósito formal de realizar shows y videos en favelas para recaudar fondos contra la pobreza, acorde con otras acciones que ya realizó en países en desarrollo. Pero su aterrizaje en la capital carioca produjo más controversias que resultados caritativos. Tenía un compromiso: un encuentro con el grupo Afroreggae, una ONG con sede permanente en las comunidades más violentas de Río. Pero sus productores decidieron suspender la reunión cuando se enteraron que los directores de la organización pensaban llevarla a Vigario Geral.
El propósito era hacer filmaciones y "mostrar la otra cara de la Ciudad Maravillosa". Pero las expectativas se frustraron. Los representantes de Madonna consideraron que era un auténtico peligro. Poco después, en una acción inusitada e intempestiva, la Policía Militar desplegó un cerco sobre las mayores "comunidades", subterfugio lingüístico ideado para evitar el ominoso nombre tradicional que se les da a esas villas miserias. Esta vez, la redada policial se abatió sobre los morros que pueblan la región oeste de la capital carioca y detuvo a 19 "milicianos", nuevo nombre que reciben bandas de delincuentes que pasaron por las fuerzas de seguridad y que ahora tienen dos misiones simultáneas: entrenar en el uso de armas pesadas y en las tácticas militares a las tropas del narcotráfico. En paralelo, explotan múltiples "servicios a los moradores de las favelas". Por ejemplo, la "seguridad" y el "transporte" para la población, además del peaje a sus principales clientes (los traficantes).
Muchos vieron en esa espectacular acción policial un vínculo con la visita de Madonna. Primero, porque le "limpiaron" el terreno para que la estrella pueda visitar sin incidentes alguna de las "comunidades" del centro de Río, como Cantagalo, en compañía del gobernador Sergio Cabral. En ese morro estuvo, el año pasado, la primera dama francesa Carla Bruni. Pasado un día y medio, Madonna provocó cierto fastidio entre los cariocas. Sus primeras 24 horas fueron de total aislamiento: alojada en un lujoso hotel de Ipanema, la cantante solo dejó el lugar en compañía de decenas de custodios apostados en el garaje del alojamiento. Y para alejar a la prensa, no se les ocurrió nada mejor que colocar alambrados. Las consecuencias están a la vista: los fans desistieron de rodear el hotel Fasano para ver a la cantante.
El tabloide londinense The Sun no la disculpó. Dijo que Madonna no había llegado a Río para desarrollar programas a favor de los pobres. Apenas estaba interesada en presentarse ante la familia de su flamante conquista: el joven carioca Jesus Luz, de 22 años. Uno de los principales miembros de la banda musical de Afroreggae, Anderson Sá, fue literalmente plantado. El fundador de la ONG homónima Junior lanzó una ironía: "Le tuvo miedo a la visita de una favela carioca".
Clarín estuvo una semana atrás en Vigario Geral, en el norte de la Bahía de Guanabara. Esa es la sede principal de la ONG. También tuvo oportunidad de estar en otro núcleo del grupo: en Grota, que queda en el medio del Complejo del Alemán. Ambas comunidades son sinónimos de violencia. Y sin embargo, en esas favelas tan temibles los enviados de Clarín se sintieron seguros: estaban en compañía de personas que desarrollan un esfuerzo notable para llevar alguna expectativa de un mundo mejor para niños y adolescentes.
Quizá, quien lo entendió mejor fue otro personaje: el fallecido Michael Jackson. Tal vez porque se identificaba por origen. Fue así que filmó uno de sus clips más memorables, protagonizado con niños de Ciudad de Dios, acaso una de las favelas más terribles.
Como fuera, Cabral no quiso perder la oportunidad de mostrar al mundo que él está decidido a hacer de Río de Janeiro la ciudad más segura del mundo en 2014 y 2016 (mundial fútbol primero, olimpíadas después). Con ese objetivo ayer barrió literalmente las favelas donde actúan las milicias, grupos de ex policías y de agentes de seguridad todavía en ejercicio de funciones, que se dedican a proteger a traficantes y explotar a las poblaciones locales mediante cobro de mensualidad. FUENTE
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