martes, 1 de septiembre de 2009

Apoteósico final de gira de Madonna en Israel




HELLO ISRAEL





Y LOLA SE SUBIÓ AL ESCENARIO




A las 21.29 de la noche, la mística Esther se convirtió en la pecadora Madonna ante el clamor de 60.000 entregados fans israelíes citados en el Parque Hayarkon de Tel Aviv. La madura norteamericana que estos días profundiza en sus estudios de la Cábala (la mística judía) volvió a ser durante dos horas la joven rubia de 'Like a Virgin'. Esther o Madonna, con falda larga o mini sin mucha tela, sigue siendo la indiscutible reina de Israel.

"No van a ver un concierto sino un 'show' teatral en toda su extensión", avisaba horas antes el productor Shuki Weiss, responsable de que Madonna cierre con dos conciertos en Israel su gira 'Sticky and Sweet'.

Con 45 minutos de retraso, Madonna apareció en el mayor escenario -no bíblico- construido en Tierra Santa. Dieciocho metros de altura, ascensores, efectos especiales... Decenas de músicos y bailarines acompañaron a la estrella, protegida en la primera fila por sus íntimos amigos, Demi Moore, Ashton Kutcher, Sacha Baron Cohen ('Brüno' o 'Borat', según prefieran) y según apuntan algunos rumores también se encontraba por allí Justin Timberlake.

A cierta distancia, atento a todo movimiento, el guardaespaldas israelí, Daniel, que la protege desde hace años.

El veterano Ido vio por fin a Madonna.  S. E.

El veterano Ido vio por fin a Madonna. S. E.

Si todo esto no fuera suficiente para que se sintiera como en casa, su rabino y uno de los artífices de su alistamiento a la Cábala, Eitan Yardeni, estaba entre los miles de espectadores. "Para Madonna era muy importante y simbólico acabar aquí su gira. Se ve que está contenta y emocionada", afirma Yardeni.

En el ecuador de su 'show', Madonna dijo que era el momento del breve discurso de rigor. "Han pasado 16 años desde la última vez que actué aquí. Demasiado tiempo. Os pido perdón... no volverá a pasar", exclamó, mientras unos miles gritaban "¡Esther, Esther!", en honor a su nuevo nombre adoptado durante la era cabalística.

Habitual de ceremonias de la Cábala en Tel Aviv, Madonna estaba anoche exultante: "Cada vez que vengo aquí, me lleno de energía. Yo creo que Israel es el centro de la energía en el mundo. Debemos aprender a vivir juntos en paz y armonía".

Fans de todas las edades

Religiosos y laicos en el concierto de Madonna en Tel Aviv.  S. E.

Religiosos y laicos en el concierto de Madonna en Tel Aviv. S. E.

Los miles de fans no desafiaron al calor, la humedad, el elevado precio de las entradas y las aglomeraciones de tráfico por la Cábala sino por la música. O mejor dicho, por una marca que sobrevive. Para ellos, Madonna sigue siendo la 'Reina del Pop'. El paso de los años y las nuevas estrellas no la han desbancado del corazón de sus fieles, que anoche eran de todas las edades.

"Me gusta mucho que a través de la Cábala se haya acercado al judaísmo pero la verdad es que lo único que me importa es su música", dice Maya, una joven nacida en el 86, el mismo año que Madonna triunfaba con el videoclip 'Papa don't preach'. "¡Su música no tiene edad!", grita, mientras su diva canta y baila sin parar.

Nimrod (22 años), Mijal (26) y Shani son tres hermanos enamorados de Madonna. El primero acudió a su concierto en Tel Aviv en el 93, con tan solo 6 años. "Me sé todas sus canciones. Es la más grande. Aunque las entradas son carísimas he comprado para hoy (por el martes) y mañana (miércoles)", nos dice mientras sus hermanas mueven las caderas imitando los movimientos de la ambición rubia en el escenario.

Ido triplica la edad de Nimrod. Ha venido solo a ver Madonna. Su esposa se ha quedado en casa. "Hace 16 años hubo dos actuaciones. La de Michael Jackson y la de Madonna. Aún me arrepiento de haber ido a la de Jackson. Hoy estoy aquí para corregir ese error", comenta sin apenas mover el esqueleto. Más tarde, Madonna recordó a Jackson calificándole como el "eterno rey de la música y el mejor artista de todos los tiempos".

Entre la meditación y la actuación

¿La actuación? Apoteósica. Asistida por interesantes números de coreografía, altas tecnologías y la eterna provocación, Madonna eligió 23 canciones para deleitar a los suyos. Aunque afirma que se siente emocionada estudiando los secretos de la Cábala, llamada también "sabiduría oculta", su lugar natural es el escenario. Empezó con 'Candy Shop' y no paró de bailar y moverse. Si existieran Juegos Olímpicos a partir de los 50 años, Madonna ganaría varias medallas.

"Ahora entiendo porqué desde que llegó a Israel, se pasa el tiempo meditando y yendo al gimnasio. ¡Mira qué cuerpo tiene! ¡Todo músculos!", dice Amir, alucinado casi más por la forma física que por sus canciones. 'Vogue', 'Rain', versión actualizada de 'Like a prayer', 'La Isla Bonita'... Madonna no ahorró esfuerzos en agradar a un público formado en su mayoría por jóvenes. Como Hadass, la afortunada camarera de un restaurante de moda de Tel Aviv que sirvió a Madonna en la cena que tuvo el lunes por la noche con su "nueva amiga", la líder de la oposición, Tzipi Livni.

"Madonna fue muy simpática. Cuando la vi entrar en el restaurante, me quedé sin respiración", confiesa. Sólo hay un detalle que no quiere desvelar, la propina que dejó la estrella. Exclusiva: elmundo.es puede decir que recibió 100 dólares...

Este miércoles, Madonna volverá a congregar a otros 60.000 fans en su último concierto de la gira. Diferentes caras pero la misma motivación para aplaudir a su 'Esther' más internacional. Tras la última canción, 'Give It To Me', Madonna cogió una bandera de Israel que le había entregado un espectador y se la enfundó. No hace falta decir que la euforia en el césped de Tel Aviv fue mayúscula.

FUENTE

Madonna cierra ante unos 70.000 devotos israelíes su gira mundial

Tel Aviv, 1 sep (EFE).- Madonna cierra su gira mundial Sticky & Sweet con dos conciertos en Tel Aviv, una decisión que no parece ajena a la devoción que la "reina del pop" profesa en los últimos años por la mística judía, en particular por la Cábala.

El Parque Yarkón de esta urbe costera acogió hoy a entre 60.000 y 70.000 seguidores de la diva, según dijeron a Efe fuentes policiales, aunque no obstante no se colgó el cartel de "vendidas todas las entradas".

En torno al concierto, que se prolongó dos horas, se podía observar una numerosa presencia policial.

Con la actuación de esta noche y otra prevista para mañana miércoles en el mismo lugar, Madonna pondrá el broche de oro a su gira mundial que ha paseado el último año por los escenarios de Europa, Estados Unidos y América Latina, para promocionar su álbum de estudio más reciente, "Hard Candy".

La decisión a última hora de incluir una parada final en Israel parece estar motivada por su acercamiento al misticismo judío.

La artista visitó este país en 2004 y 2007 a título privado y con el objeto de realizar una peregrinación espiritual después de convertirse en una fiel seguidora de la Cábala, que en la tradición judía se entiende como el sistema de interpretación mística y alegórica del Antiguo Testamento.

Sin embargo, la cantante no actuaba en Israel desde hacía 16 años, cuando lo hizo por primera vez con "The Girlie Show".

Así lo recordaba poco antes de entrar en el concierto un fan ataviado con una vestimenta característica de los años ochenta, edad dorada de la música pop y cuando la provocativa cantante del "Like a Virgin" se dio a conocer.

"Creo que Madonna es increíble y debería venir más a menudo a Israel", afirma el seguidor, quien la pudo ver en su gira de 1993.

Sobre las razones que han llevado a Madonna a encontrar una nueva fuente de espiritualidad en la Cábala, afirma: "Amor, Todo se basa en el amor y en saber dar. Ésa es la razón por la que ella sigue esta corriente y tiene tanto éxito".

La actuación de la camaleónica artista no defraudó a sus fieles, que pudieron verla saltar a la comba con una minifalda escocesa de colegiala, contonearse rodeando una barra americana y desfilar cual reina del pop que es, desafiando a bailarinas vestidas a su imagen y semejanza en un escenario majestuoso, el de mayor dimensión levantado en Israel.

Como viene siendo habitual en esta gira, Madonna rindió culto y homenaje al fallecido Michael Jackson, al que definió como el mejor artista de todos los tiempos, y que fue interpretado por un bailarín que realizó en conocido paso del "Moonwalk" al ritmo de Billie Jean.

En el repertorio se incluyeron canciones tan conocidas como "Vogue", que amenizaron bailarines con una estética sadomasoquista, así como "Holiday" o "Music", y composiciones recientes que se acercan al hip hop y a la música techno.

Acompañada por una docena de miembros de su equipo coreográfico y sobre un escenario flanqueado por dos enormes "M", inicial de la cantante sobre las que aparecían pintados diamantes, la cantante no paró de provocar al público en todo momento, que respondió con eufórica devoción.

Entre los seguidores había de todas las edades, aunque la mayor parte del público estaba integrado por jóvenes, que aplaudieron con júbilo cuando la reina del pop le dio un beso de tornillo a una bailarina vestida de Madonna ochentera en la canción "She is not me".

Y es que un gesto semejante en la liberal Tel Aviv, que el pasado mes de agosto fue blanco de un ataque contra un centro gay, no ha pasado desapercibido.

Madonna visitó a su llegada al país el domingo la ciudad santa de Jerusalén, donde hizo una rápida visita al Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para el judaísmo, y las ruinas arqueológicas que yacen bajo el Muro de las Lamentaciones.


Madonna cena con ex canciller israelí Livni

Una es un ídolo mundial de la música pop, la otra una ex canciller y aspirante a jefe del gobierno israelí, pero aparentemente Madonna y Tzipi Livni tienen mucho de qué hablar.

Madonna realizaba conciertos el martes y miércoles en Israel, en la última escala de su gira mundial "Sticky and Sweet".

El vocero de Livni, Gil Messing, dijo que las dos mujeres se reunieron a cenar el lunes por la noche por pedido de la cantante.

Después de dos horas de cena y conversación, las mujeres se abrazaron al despedirse en la puerta del restaurante en Tel Aviv. Ambas llevaban vestidos de mangas cortas.

Messing dijo que no quisieron revelar el tema de conversación. Livni "quedó muy impresionada por Madonna, a la que considera una persona muy interesante", añadió.

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